Monthly Archives: April 2011

Lussi Halter Architekten

 

La arquitectura contemporánea Suiza, y podríamos referirnos aqui a los últimos veinte años, ha dado muestras de una solidez conceptual, de una solvencia proyectual y constructiva notables. Nombres como Herzog & de Meuron, Peter Zumthor, Gigon & Guyer, Morger & Degelo Architekten, Bearth+Deplazes, dan sobrada cuenta de lo afirmado (los dos primeros han ganado el premio Pritzker de arquitectura en 2001 y 2009 respectivamente) Esto sumado a la herencia del pensamiento moderno de Le Corbusier, y las diferentes tradiciones culturales y arquitectónicas que podemos encontrar en los distintos cantones que conforman el país helvético.

En este panorama surge en Lucerna en 1999 el estudio comandado por los arquitectos Thomas Lussi y Remo Halter quienes han navegado por diversos temas de la arquitectura desde ese entonces, siempre intentando conseguir, como ellos dicen, una “solución óptima entre estética, función y construcción”. Su trabajo se caracteriza por una búsqueda material a la vez precisa y poética, la que alcanza la simplicidad a través de un continuo refinamiento; paralelamente no hay en sus obras pretensión de trascendencia o posibilidad de frivolidad, sino un profundo humanismo que destaca tanto al objeto como a su usuario, en un continuo diálogo con el lugar donde aquel se implanta. Lussi y Halter son arquitectos de su tiempo, su producto es netamente contemporáneo, pero hay en sus obras una solapada mención al arquetipo, lo que constituye el origen del tema en el que trabajan, que establece un nexo con la tradición, una base sólida desde donde despegar. Sin renunciar a una expresión actual sus proyectos pueden adscribirse sin esfuerzo a una tipología concreta, es decir: una casa es una casa, una escuela es una escuela, y así sucesivamente, y en esto radica el profundo respeto que ellos tienen por las necesidades y deseos de cada cliente. Sumado a esto vemos en sus proyectos la voluntad de que éstos sean percibidos como una cosa, un todo, no ya solamente el nombre que identifica al tema, sino que todo el esfuerzo está colocado en que el edificio se entienda como una única entidad ordenada. Para que esto ocurra una sabia resolución material es necesaria y ellos lo logran generando continuidad entre las partes del proyecto, alcanzando una forma continua, empaquetando, por así decir, al proyecto.

Dice Wolfgang Schett que “sus estrategias de diseño son tan simples como sea posible y a la vez tan complejas como sea necesario”, y éste punto es clave, pues nada parece ser excesivo en los proyectos de Lussi y Halter, ni nada parece faltar. Las obras que aquí se muestran son una selección que intenta acercar el trabajo silencioso y paciente de este estudio de arquitectura, una obra contundente, responsable y seductora.

 

SBB staff restaurant Tannwald, Olten CH

Ubicado en el área de las vias del ferrocarril en la ciudad de Olten está el restaurant para los trabajadores ferroviarios de la SBB. Se trata de un volúmen único de planta trapezoidal, revestido exteriormente en chapa gris oscura tanto en muros como techo, y apoyado sobre una pequeña base de hormigón. El aparente galpón resultante es perforado con mucho cuidado y cariño, haciendo de cada ventana un episodio en la fachada, lo que, sumado al uso del plinto que destaca al objeto, provoca una percepción casi contradictoria del edificio: a la vez dura y delicada. Así como por fuera el restaurante dialoga con su entorno industrial, una vez dentro el espacio dialoga con su función, y el ambiente doméstico prevalece sobre el de trabajo. En contraste con el crudo exterior, hacia adentro los muros son rojos, la madera abunda en techo y piso y un grupo de luminarias con fuerte presencia completa la imagen de calidez que se buscaba. El proyecto logra insertar un edificio sin acentuar su presencia, mientras que destaca la actividad cotidiana de comer y descansar en medio de la jornada de trabajo.

 

Saint Karl School, Altdorf CH

Se trata de la reforma y ampliación de una vieja escuela localizada en Altdorf. Thomas Lussi y Remo Halter proponen una solución original a la hora de pensar en qué hacer con la relación entre lo existente y lo nuevo: por un lado el edificio antiguo desaparece, es envuelto por el nuevo proyecto, diríamos que es difícil encontrar sus rastros; pero al mismo tiempo algo subyace, como un recuerdo que revela la fusión de ambos edificios. El resultado es un objeto atemporal que integra elementos de ambos momentos en una nueva unidad, y un proyecto que destaca antes que nada la esencia cívica del tema que aborda, de manera sobria y sutil. Los acentos están especialmente puestos en el espacio de acceso (donde un reloj en el muro vuelve a hacer una cita sobre los viejos tiempos), en la cálida luz de los espacios comunes remarcada por el brillo de los materiales y en el diseño de las ventanas, que implica además decisiones de cómo apreciar el paisaje montañoso que rodea a la escuela. En fin, un encuentro entre el hombre y su historia, entre el arquitecto y su trabajo.

 

Altstadt Garage Building, Luzern CH

Este edificio destinado a estacionamientos demuestra que no existen, a priori, materiales nobles; es en la relación que se propone entre ellos y su entorno, y en el cuidado detalle de su colocación o manipulación, que un material puede entrar en dicha categoría, pues exalta tanto al edificio como a sus usuarios. En este caso perfiles de acero usados comúnmente como barreras en las carreteras son colocados como piel en la fachada siguiendo un ritmo preciso; el extrañamiento del material es aún mayor porque aparece pintado en perfecto blanco, ganando en abstracción y liviandad (reforzada por la luz artificial en la noche); esta sensación de levedad es crucial, ya que el edificio es aparatoso en relación a sus vecinos. En todo caso no hay peligro de confusión, el proyecto se plantea como parte del equipamiento público y se aleja de las construcciones macizas de su entorno, vestido con un traje delicado, tejido hecho a base de elementos comunes y corrientes.

 

Dreilinden school building Propsteimatte Lucerne

En un terreno fuertemente inclinado y de forma irregular, compartido además por otros edificios entre los que se encuentra una vieja catedral, Lussi y Halter proyectaron la nueva escuela Dreilinden, la que incluía además la incorporación de dos gimnasios. La solución propuesta implica el armado en vertical del programa, colocando los gimnasios abajo, uno de ellos completamente enterrado, liberando el terreno como espacio público aterrazado. Usando una doble envolvente, abajo irregular como la parcela y emergiendo en los últimos niveles como un prisma puro, el edificio aparece enigmático, encerrado por dos tipos de muro de hormigón intensamente expresivos. Pero apenas atravesada la coraza exterior el edificio se muestra amable, el hormigón reaparece pero en este caso pulido, la madera de roble define los equipamientos, las ventanas y los gimnasios, y los pavimentos de mármol de Botticino refuerzan la continuidad de los espacios que rodean al núcleo central. Una obra intrigante, que se cierra y compacta en aras de relacionarse con los edificios con los que comparte el sitio (ofreciendo espacio público) y se ablanda hacia el interior mostrando un profundo respeto por la actividad a la que sirve.

 

autor: gustavo hiriart

publicado originalmente en Hotbook #002, México DF, México

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