Martín Hurtado Arquitectos

El estudio liderado por el arquitecto Martín Hurtado podría ser fiel representante de la destacada arquitectura contemporánea chilena, ya sea por su sensibilidad material como por su respuesta potente ante las condiciones geográficas. Sin embargo tanto las características particulares de su trabajo, que entiende la tarea del arquitecto como un servicio, como la localización periférica de sus edificios, han teñido a su obra de un bajo perfil. Al colocar en el centro de su tarea el diseño adecuado a cada oportunidad, Hurtado no elabora un estilo, pero sí una forma de hacer, y de hacer bien.

 

El trabajo de Martín Hurtado Arquitectos se ordena a través de una matriz estructural, una serie de coordenadas previas que dan soporte a las decisiones subsiguientes. De ahí la importancia que recibe la estructura portante en sus proyectos, un pentagrama que, una vez definido, luego admite variaciones y acentos. La forma, como ellos dicen, es una consecuencia, no una meta. Pensado así el proyecto, como un objeto ordenado que cumple una tarea, la apariencia no es la imagen resultante, sino que es la expresión de su construcción.

 

Hurtado nos cuenta que en su estudio están “inspirados en lo vernacular como modelo de soluciones sustentables”. La economía de materiales, como actitud ética y responsable, está también asociada al concepto de sustentabilidad. Trabaja principalmente con madera y hormigón; madera, porque es el principal material de construcción en Chile, existe allí mano de obra especializada, y permite un mantenimiento sostenible a lo largo de la vida del edificio; hormigón, en el extremo opuesto, puede ser elaborado por una mano de obra local y no requiere mantenimiento. En cualquier caso sus edificios siempre denotan su presencia, buscando un contrapunto entre naturaleza y artificio, otra característica que comparte con la mejor arquitectura chilena.

 

Fundo Izaro, Casablanca

En este proyecto Martín Hurtado muestra su destreza en el manejo de distintas escalas, desde la macro del masterplan a la más pequeña en el diseño edilicio y de equipamientos. El programa requería la urbanización de un viejo campo para nuevas funciones agrícolas y el diseño de las nuevas dependencias, incluyendo viviendas, oficinas y edificios de servicio. La decisión del uso del hormigón visto como material predominante buscó a la vez generalizar un método constructivo sin mantenimiento posterior y adaptarse formalmente a las situaciones particulares, en especial aquellas ubicadas sobre los cerros, donde cada construcción se mide en relación al paisaje todo.

 

Edificio de Servicios en Viña Morande, Casablanca

Este edificio forma parte de un emprendimiento de unas mil hectáreas para una viña de primer nivel. El proyecto sienta las bases constructivas de las futuras edificaciones, buscando dar coherencia a las diferentes acciones que se añadirán a la propuesta en el futuro, como la bodega y un hotel de campo, entre otras. Dos volúmenes paralelos, construidos en madera, generan un gran patio entre ellos. Los prismas se unen a través de una estructura liviana, la cual también da acceso al patio. La estructura espacial precisa contrasta con el entorno sinuoso, mientras que los enchapados de madera de tonos variados ablandan la presencia del edificio.

 

Casa sesenta amigos, San Antonio

El proyecto para la Casa sesenta amigos es el producto del cruce de dos ejes temáticos: por un lado el programa arquitectónico, que requería una vivienda de vacaciones para una pareja, con la posibilidad de albergar reuniones para éstos y sus sesenta amigos, y de contar con espacio para sus hijos y sus propias familias. Por el otro, la forma del terreno, una franja alargada sobre una colina, con hermosas vistas lejanas. El esquema originalmente lineal separa los dormitorios de la pareja y los de sus hijos y familia, y coloca las áreas de relación al centro. Un segundo paso, el quiebre de la galería, genera bolsones de privacidad en cada extremo, permitiendo a la vez la intimidad y la interacción.

 

Instituto de investigaciones marítimas, Las Cruces

En un área de reserva natural en la costa chilena se localiza la estación Las Cruces, una dependencia de la Universidad Católica dedicada a la investigación del mar. El nuevo edificio alberga tres distintas áreas, las que se acomodan a su vez en tres distintos cuerpos paralelos. Las áreas son: Investigación, Multiuso y y el Laboratorio Internacional en Cambio Global. Los volúmenes se ordenan perpendiculares al mar, en busca de las vistas en sus extremos, y se asoman sobre el acantilado rocoso. Materialmente están resueltos con una secuencia de marcos de madera, estructura que permanece aparente en el interior. En el exterior los muros se enchapan con placas de madera variada, y cada volumen se apoya sobre zócalos de hormigón, los que además contienen subsuelos técnicos.

 

autor: gustavo hiriart

publicado originalmente en Hotbook #007, México DF, México

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